Después de tanto tiempo de confinamiento a causa del COVID-19, parece que volvemos poco a poco a la normalidad. Lo que más apetece al final de la primavera es salir a disfrutar del aire fresco, de nuestros amigos, nuestra familia, de la vida. y es que en esta tierra somos gente de calle, gente de compartir. ¿y qué mejor para compartir con los nuestros que unas buenas tapas?
La ciudad de Córdoba, debido a su legado como punto de encuentro de diversas culturas como la romana, musulmana, judía y cristiana, ha dado a la gastronomía española muchos de sus platos más reconocidos en todo el mundo.
La influencia de la cocina andalusí es muy notable y esto se ve que en la mayoría de sus guisos se utilizan productos como el aceite de oliva, el vinagre, el pan rallado, el azafrán, el perejil, ajo…etc. Y fruto de estos ingredientes, típicos de la región, es su gran parecido con la gastronomía del norte de África, con un clima similar.
El plato más típico y conocido de la gastronomía cordobesa es sin lugar a dudas el “Salmorejo”, una crema fría que ha evolucionado desde época romana hasta la actual receta que se caracteriza por el uso del tomate, que desde el siglo XX acompaña a las ya tradicionales recetas de pan de miga, aceite de oliva, ajo y sal. Se suele consumir en verano y es un plato que se puede encontrar no solo en Córdoba, que es su lugar de origen, sino en toda la geografía española.
Otro plato original del recetario cordobés es su famoso “Rabo de Toro”, un plato que tiene su origen en la época romana y que formaba parte de la dieta de la gente de clases bajas al ser considerado un sobrante de este animal. Posteriormente se fue valorando cada vez más y la receta más antigua que se ha encontrado es del siglo XVI, pues tras las corridas de toros, que se empezaron a gestar en aquella época, era una de las partes que se aprovechaban del toro para su consumo. En la receta original, que se remonta desde el siglo XIX el rabo de toro se acompaña por un guiso hecho con vino “amontillado”, un vino típico de la zona de Montilla-Moriles dándole un gusto dulce y original a este plato estrella cordobés.
Y por último, quizás el postre más conocido fuera de nuestras fronteras sea el famoso “Pastel Cordobés”, una elaboración hecha de hojaldre y cabello de angel de relleno. Sería la reciente más moderna pues se le atribuye a dos pasteleras cordobesas a finales de los ochenta del siglo pasado para celebrar el día de Santa Victoria y San Acisclo el 17 de Noviembre. Aunque la receta es reciente, sus ingredientes como el hojaldre ya se originan en la repostería andalusí y el cabello de angel se ha legado de la repostería conventual.
Y estos son tres de los platos más típicos de la gastronomía cordobesa, pero hay una infinidad de recetas cordobesas que han perdurado a lo largo del tiempo y que se siguen sirviendo en la casa, restaurantes y tabernas más típicas. Si tienes buen gusto por la gastronomía, Córdoba tiene que estar en tus planes. Y si quieres que te cuenten también su historia, nuestros guías locales, licenciados en Historia en intérpretes del patrimonio son los más adecuados para ello. No dudes en reservar nuestros tours:
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