LEYENDAS Y MISTERIOS DE CÓRDOBA II

Monumentos

Córdoba es una ciudad repleta de leyendas, y aunque no todas pasaron realmente, sí que se dieron en rincones que hoy se pueden ver si visitas la que antaño fue capital del Califato Omeya de Al-Ándalus. Hoy presentamos cuatro de las más conocidas. Aprovechando que ha llegado el buen tiempo y que podemos dar paseos por nuestra ciudad, os damos a conocer algunas de las leyendas de Córdoba para que las disfrutéis en estas tardes de verano.

La leyenda del túnel entre la Mezquita y Medina Azahara.

Desde siempre se ha hablado en Córdoa de la existencia de un túnel subterráneo que comunicaba la ciudad palatina de Medina Azahara, construida por el califa Abderramán III, con la Mezquita Aljama. Dicho túnel, según cuenta la leyenda, fue construido para que el califa accediera directamente a caballo a Medina Azahara después de sus rezos diarios en la capital.

La existencia de este paso secreto es improbable, pero su difusión por el boca a boca ha hecho que muchos cordobeses lo cuenten como una realidad histórica.

La leyenda de la calle Abrazamozas.

La actual calle de Valdés Leal fue llamada en el pasado Abrazamozas, ya que se cuenta que así se llamaba a los jóvenes que salían de noche en busca de aventuras amorososas. Se cuenta que en la zona vivió un joven de estas intenciones, que solía esconderse en la calleja para sorprender a las damas que paseaban solas, con el fin de abrazarlas en la oscuridad.

Una noche que regresaba a su casa, el muchacho vio a una bella joven que bajaba hacia el barrio de San Juan. Decidió seguirla al tiempo que le lanzaba piropos, y la joven pidió que la dejará tranquila, cosa que el muchacho ignoró. Ella le volvió a rogar que desistiera de sus cortejos, pero él, envalentonado, le cortó el paso y prometió dejarla marchar si antes lo abrazaba.

La joven lo miró y accedió, no sin antes advertirle del peligro que ello conllevaba. Sin embargo, él no atendió, y la abrazó. Lejos de notar la calidez de la dama, el muchacho notó la frialdad de unos huesos desnudos bajo la túnica. Trató de soltarla, sin éxito, y acabó cayendo desmayado.

A la mañana siguiente, lo encontraron durmiendo en la esquina de la calle, y él contó lo sucedido. Todos pensaron que había sido un mal sueño, producto de los efectos del vino. Sueño o no, el joven lo tomaría como una advertencia sobre su comportamiento, y nunca más volvió a molestar a una dama en los oscuros callejones de la ciudad.

Leyenda del cura de la Magdalena.

Allá en tiempos antiguos, había en la parroquia un cura excesivamente obeso y muy aficionado a recoger cuando podía de sus feligreses. Una noche vio cerca de la iglesia un hermoso y fuerte burro blanco, y al momento planeó robarlo. Al momento de subirse encima, vio como el burro fue agrandando hasta convertirse en una bestia, simbolizando al mismo Diablo. El cura, atemorizado, invocó el nombre de Jesús, haciendo que la montura desapareciese, y cayendo él desde una gran altura. Salió ileso, pero el suelo dejo una marca en su frente, dejándolo a la vista de todos sus vecinos.

Estrella de los Deseos.

En la Mezquita de Córdoba, justamente en la esquina de la Puerta del Sabat, hay una pequeña estrella que muchos denominan como la Estrella de los Deseos. Esta pequeña estrella es un fósil situado en la pared de la Mezquita, y desde hace mucho tiempo, la gente pasa por delante de ella, la toca y pide un deseo, intentando que la magia que la rodea le dé un poco de suerte.

 

Leyenda de los amantes aplastados.

Existía en la ciudad de Córdoba una pobre viuda que sólo contaba para su subsistencia con el jornal de un hijo, quien empezó a tener una relación adúltera con la mujer de un aceitero del barrio de Santa Marina. Concertaron salir una noche al campo, donde cenarían juntos, pero para ello necesitaba dinero y, yendo el joven a su casa, pidió a la madre el que tenía. Sin embargo, la madre se negó, debido a la falta de recursos.

Aquí comenzó una reyerta que llegó al extremo de que el hijo insultara a la madre, acabando por darle golpes. Cuando consiguió el dinero, se marchó en busca de su querida. La pobre viuda, tras levantarse de la paliza, hincó las rodillas al suelo y rogó al cielo clamando venganza.

Mientras tanto, el hijo fue en busca de su amante. Pasando por la Puerta del Colodro, vieron un portillo abierto en la cerca del molino, por donde entraron y cayeron en sus deseos. Allí estaban en completo descuido cuando se cayó la pared que tenían más cerca, dejando a los dos completamente aplastados.

Si queréis conocer más leyendas sobre la ciudad de Córdoba, no dudéis en contactar con los chicos de Córdoba Tips Tours. Podéis uniros al Tour Monumental (todos los días a las 11:00 en la Puerta de Almodóvar) y al de Leyendas de la Judería (todos los días a las 19:00 en la Puerta de Almodóvar). No olvidéis que todas nuestras rutas necesitan de reserva previa.

 

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