24/12/2019

Monumentos

Esta emblemática plaza de Córdoba es la única plaza mayor cuadrangular y de estilo castellano que existe en Andalucía y está declarado como Bien de Interes Cultural por su singularidad. Desde que se convirtió en plaza a principios del Siglo XVI ha vertebrado la vida de sus ciudadanos y aún lo hace, pues es un punto neurálgico de la ciudad donde se siguen reuniendo los cordobeses en para disfrutar, sobre todo, de sue tiempo libre en las numerosas terrazas de sus bares.

Este punto de encuentro mítico de la ciudad se remonta incluso antes de la actual apariencia e incluso existencia de la Plaza. Se conoce que en la época musulmana era una explanada que se encontraba justo de la antigua medina donde se realizaban diversas ferias ambulantes de todo tipo de comercio hasta prácticamente el Siglo XVI, donde se empieza a edificar alrededor de este espacio otorgándole una forma más o menos rectangular que sería la base de lo que sería la actual Plaza, que ya se construye a mediados del Siglo siguiente, en el año 1683 en un proyecto realizado por el arquitecto salmantino Antonio Ramos Valdés.

La actual apariencia de la Plaza corresponde al estilo barroco de la época, fijando un urbanismo típico para las Plazas que se estaban construyendo en ese momento como la Plaza Mayor de Madrid o la de Salamanca. En el caso de la Plaza de la Corredera rompe con ese estilo unitario de plaza cerrada y unitaria porque se conservan dos edificios que ya se encontraban anejos anteriormente. Sería la Casa Consistorial y el edificio conocido popularmente como “Casas de Doña María Jacinto”, ambos construidos en el siglo XVI. Dos edificios bastantes relevantes para la ciudad porque el primero se convertiría en cárcel civil desde el siglo XVII hasta prácticamente finales del siglo XIX y el ultimo edificio fue el lugar donde residiría el Corregidor de la ciudad, aunque por un periodo más breve de tiempo. Actualmente el edificio que albergó dicha cárcel ahora es uno de los muchos mercados de abastos de la ciudad y las “Casas de Doña María Jacinto” es un edificio más de viviendas.

La Plaza ha albergado diferentes usos desde su construcción; de hecho, adquiere el actual nombre de la Corredera por las corridas de toros que se celebraban en su interior en los días festivos, además de otros espectáculos populares. Tras construirse una plaza de toros circular en lo que hoy sería la céntrica avenida Ronda de los Tejares, se dejó desde mediados del siglo XIX sin dichas corridas de toros y unas décadas después, en 1893 se decidió construir un mercado de abastos justo en medio de la plaza y la Corredera se convirtió en un importante enclave comercial de la ciudad. Hasta el año 1959 funcionaría este mercado de abastos, en el que los Sistemas Veterinarios de la ciudad se iban aquejando con bastante frecuencia por la falta de higiene y condiciones del mercado. Gracias a la presión de ciertos sectores de la ciudad ese mismo año se derrumbaría y la plaza adquiere su imagen actual, aunque tuvo que ser reformada en la década de los 80 debido a su pésimo estado.

Actualmente como mencioné al principio, es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad y su plaza más visitada. Una plaza que visto la historia moderna y contemporánea de la ciudad y un fiel observador de la vida de los cordobeses durante siglos.