05/12/2019

Monumentos

Este legendario concurso, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2012, es uno de los identificativos de la ciudad de Córdoba. Pocas personas en el mundo han sabido explotar la belleza que nos da la naturaleza mejor que los propios vecinos cordobeses en sus casas, porque si algo caracteriza a estos Patios es la imaginación que puede llegar a tener el ser humano para representar la armonía y la perfección.

El origen de estos espacios domésticos se remontan desde hace mucho, prácticamente desde las primeras civilizaciones de Mesopotamia, donde se desarrollaban estos espacios para la vida familiar. Posteriormente, esta estructuración de las casas se legaría a otras civilizaciones hasta que los romanos la trajeron a la Península Ibérica. La casa de los romanos, las domus, son el origen de lo que hoy conocemos como Patio Cordobés, accediéndose las habitaciones de  dichas casas a través de un patio, disposición muy parecida a la actual. Los árabes mantendrían esta tipología de vivienda añadiendo más elementos decorativos como vegetación y flores dando frescor al recinto, que normalmente estaba dispuesto por un pozo en el centro para el abastecimiento de agua de la casa.

Este estilo de vivienda sería uno de los legados que nos dejaría la presencia islámica en nuestra actual cultura, pues a partir de la conquista cristiana, a finales de la Edad Media, las casas nobiliarias y las casas de vecinos adoptarían esta tradición. De hecho, a partir del siglo XIX con la llegada del éxodo rural a las ciudades, antiguas casas nobles o  espacios religiosos acabarían siendo ocupadas por esta población, que convertirían al patio en su espacio comunitario  donde se encontraban zonas comunes como los aseos, lavaderos o cocinas. Estas “Casas de Vecinos” serían las construcciones más típicas de la ciudad.

Pronto entre los vecinos, se esforzarían por decorar de la mejor forma posible con macetas de flores su patio, llegando a competir entre sí. Es aquí cuando surge el germen de esta competición, teniéndose en constancia en el año 1921 del primer concurso de Patios Cordobeses, llegando a concursar ese mismo año 16 patios en el popular barrio de San Basilio, en el lo vecinos que se jugaban un cuantioso premio en metálico entregado por el Ayuntamiento. En los próximos años se añadirían otros patios de la ciudad y el concurso se acabaría incluyendo a la Feria de Córdoba, celebrada en el mes de Mayo.

En la Guerra Civil se produjo un parón y los vecinos a partir de 1939 empezaron a reivindicar que se volviera a poner en marcha este popular concurso. Finalmente, el Ayuntamiento, tras la presión de los vecinos y la prensa accedió en 1943 a incluirlo en las fiestas populares y ya se convertiría en seña identitaria de la ciudad con el devenir de los años. En 1980 fueron declarados como Fiesta de Interés Turístico Nacional y en 1988 entran en juego más criterios como la variedad floral, el cuidado de macetas y arriates y la iluminación natural. Una década después se dividirán los premios en dos categorías: arquitectura antigua (desde el siglo XVI hasta 1960) y arquitectura moderna (desde 1960 hasta la actualidad).

Tras la declaración como  Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2012, el número de visitantes no ha parado de crecer, llegando en las últimas ediciones a superar el millón de turistas durante las dos primeras semanas de Mayo que dura el Festival. Desde nuestro Free Tour Monumental, explicamos toda esta magnífica historia de esta tradición tan nuestra y única. Si quieres sentirla, nos encontramos todos los días en la Puerta de Almodóvar a las 11 de la mañana. ¡Te esperamos!