Si tienes pensado pasar unos días en Córdoba, no puedes irte de la ciudad sin haber visitado el barrio de la Judería. Este barrio fue el sector de vida de la comunidad judía desde el siglo XIII, con la conquista cristiana de la urbe por parte de Fernando III el Santo, hasta finales del siglo XV, con la expulsión de la población sefardí por parte de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
Poco tiempo después a la conquista de Fernando el Santo, el rey Alfonso X el Sabio autorizó a esta comunidad a moverse por otros barrios, llegando hasta la actual zona del entorno de la Mezquita. En 1478, el corregidor Francisco Valdés los trasladó al conocido como barrio del Alcázar Viejo, es decir, donde antes se situaba el Alcázar Califal en época musulmana.
Ocupando algunas de las principales calles del centro histórico de la ciudad, este barrio es Patrimonio de la UNESCO desde 1994, estando también registrada en la Red de Juderías Españolas, junto con la de Sevilla, Cáceres o Toledo, entre otras.
Dentro de ella, podemos visitar varios lugares de interés, situados en la principal vía del barrio, la Calle Judíos. En primer lugar, nos encontramos con la Casa Andalusí. Este edificio es una casa-museo que, a través de los sentidos, pretende mostrar al público el pasado árabe de la ciudad. Veremos dentro de ella un museo dedicado al papel (conociendo cómo era la producción de este bien durante la época califal) o una colección de monedas andalusíes. Muy cerca de este edificio está la Casa de Sefarad, casa-museo y centro cultural dedicado a la cultura, historia y tradición sefardíes. Dividida en nueve salas, podemos encontrar información sobre la vida cotidiana, las mujeres, la música o la biografía de Maimónides, entre otros personajes judeoespañoles.
Aunque la joya de la corona de esta calle será la Sinagoga de Córdoba. Construida en el año 1315 por el alarife Isaaq Moheb, tras la expulsión de los judíos en 1492 fue destinado a ser un hospital y, posteriormente, una capilla. En el siglo XIX pasó a ser un parvulario, hasta que en 1884 Rafael Romero Barros, padre del pintor Julio Romero, descubrió los restos de la escritura hebrea que decora las paredes de la sala de rezo. A partir de ahí, ha sido nombrada Bien de Interés Cultural. Se estructura en un recibidor, en un palco en el que se colocaban las mujeres y los niños menores de doce años, y la sala de rezo, ricamente decorada con yeserías. Hasta hace poco se han encontrado restos arqueológicos alrededor del edificio, lo que hace pensar que la actual sala de oración era un sitio más de un complejo religioso sefardí.
Unos metros más adelante, a través de unos pequeños arcos, se puede acceder al Zoco Municipal. Los zocos son los mercados tradicionales del mundo islámico. Sin embargo, este punto nunca fue un zoco en época andalusí, sino que su origen lo encontramos en 1956, cuando el alcalde Cruz Conde decidió reformar una casa solariega en la Judería a modo de mercado en el que vender la artesanía tradicional cordobesa, como son los guadamecíes, los cordobanes o la filigrana cordobesa. Antaño fue conocida como la Casa de las Bulas, ya que era allí donde se compraban esos permisos papales en relación al perdón de la Iglesia Católica durante los siglos medievales y de la Modernidad.
Otro de los puntos más interesantes es la Plaza Tiberiades, donde podemos visitar la escultura a Maimónides. Filósofo, teólogo, médico y rabino judío, nació en Córdoba en 1135. Sufrió la persecución de la política almohade, la cual no permitía otras religiones excepto el Islam. Ello le llevó a exiliarse a Egipto, primero a Alejandría y luego a El Cairo, donde fallecería. Se le enterró en Tiberiades, convirtiéndose en un lugar de peregrinación dentro de la cultura judía. Entre otras hazañas, Maimónides llegaría a ser el galeno personal del sultán Saladino, monarca que convertiría Jerusalén al Islam e iniciaría la Tercera Cruzada.
Anexa a esta pequeña plaza, encontramos la plaza Maimónides, donde se sitúa el Museo Taurino de la ciudad, donde podemos visitar, además de patrimonio ligado al mundo del toro, objetos personales de los distintos califas del toreo. Todo el complejo del edificio fue antaño la anteriormente citada Casa de las Bulas.
Cercana a todos estos monumentos, está la capilla mudéjar de San Bartolomé. El término mudéjar se refiere tanto al musulmán que vivía en territorio cristiano como al estilo artístico dentro de edificios cristianos con elementos musulmanes. Así, esta capilla, a pesar de tener culto cristiano, tiene una decoración principalmente árabe.
Aparte de todos estos monumentos, se pueden visitar distintas callejas, como la Calleja de las Flores o la Calleja del Pañuelo, además de distintas tiendas, bazares artesanales, teterías o restaurantes tradicionales cordobeses. Con todo ello, podéis ver que visitar la judería es un buen plan para hacer si viajáis a Córdoba. Si queréis conocer este barrio de mano de expertos guías, no dudéis en contactar con los chicos del paraguas amarillo para uniros a sus free tours, tanto al de Casco Histórico (Puerta de Almodóvar a las 11:00) y el de Leyendas de la Judería (Puerta de Almodóvar a las 19:00). Recordad que todos nuestros tours necesitan de reserva previa, que se puede realizar a través de la web https://cordobafreetour.es.
A continuación, os dejamos los horarios y precios de los monumentos anteriormente citados:
Escrito por:
Interesado por la Historia de la vida cotidiana, he trabajado distintas temáticas y épocas, teniendo una publicación pendiente acerca de la vida infantil en la Baja Edad Media. Asimismo, tuve la suerte de tener mis prácticas laborales en función de guía tanto en el Museo Diocesano de Córdoba como en la Sinagoga, siendo ésta última un símbolo de la cultura judía del Medievo a nivel no sólo andaluz, sino nacional.
