Queridos visitantes, puesto que la historia de Córdoba es tan rica, que mejor manera de dedicar una notica a la reina Isabel, la cual estuvo viviendo durante unos años junto al rey Fernando. Hija de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, se casó con el príncipe Fernando de Aragón en octubre de 1469.
Tras un largo enfrentamiento contra su prima Juana la Beltraneja por la corona, finalmente se hizo con el poder en 1476, aunque el tratado de Alcaçobas supuso el definitivo reconocimiento de Isabel como reina de Castilla, mientras que su esposo Fernando accedió al trono de Aragón gracias a Juan II. Con la unión de ambos se llevó a cabo la expansión de la corona y reconquista de las zonas que se encontraban bajo dominio musulmán en la Península.
La reina Isabel se encargó de controlar a la población a través de instituciones como la Santa Hermandad y saneó la hacienda pública, además de llevar a cabo una reforma eclesiástica junto al cardenal Cisneros.
Centrándonos en su etapa en la ciudad de Córdoba, estuvo junto al rey Fernando viviendo unos años en el Alcázar de los Reyes Cristianos. Durante el periodo en el que vivieron en ella, la población se benefició en distintos aspectos como por ejemplo el comercio de la seda, avance del urbanismo, etc. Además, su hija la infanta María, nació en la ciudad.
Un dato curioso de Isabel, fue que estableció para las mujeres que se dedicaban a ir por la ciudad holgazaneando, que no pudieran heredar propiedades u otros bienes de sus maridos si estos morían. Esta ley fue abolida en 1789, ya que se llevaba a cabo para las mujeres que vivían en la capital, lo cual fue muy polémica. Su etapa en Córdoba finalizó cuando los reyes decidieron marcharse tras la reconquista de Granada y expulsión de los moriscos en enero de 1492, convertir la Alhambra en su residencia.
Su memoria ha sido conservada en la ciudad en representaciones como la estatua en el interior del Alcázar, e incluso se llevó a cabo el año pasado una exposición en la casa museo de la parroquia de la Trinidad, sobre la moda y otros aspectos durante el siglo XV.
Lo que es más relevante, es que esta mujer reinó por sí misma, algo bastante poco habitual en la época. Esta ejerció el poder y logró la unidad territorial, dando lugar a la monarquía autoritaria vigente hasta siglos posteriores. También, fue quien dio el visto bueno y se propuso financiar las expediciones de Cristóbal Colón, dando lugar más tarde al descubrimiento de América. Finalmente, debido a un cáncer de útero, antes de morir dejó su testamento planificado y fue inhumada en el monasterio de san Francisco de la Alhambra en diciembre de 1504.
Los matrimonios llevados a cabo entre sus hijos y otros príncipes y figuras destacables de Europa, le sirvió a Isabel para expandir sus dominios y los de su reino, aunque desde la muerte de su hijo Juan entrase en una depresión, unido al problema sucesorio. Para solucionar esta situación, nombró como sucesora a su hija Juana, a quien incapacitarían para que su hijo gobernase tachándola de loca.
Su biografía y legado han dado lugar a lo largo del tiempo a que muchos historiadores hayan querido analizar su vida.
Así que ya sabéis, tenéis la oportunidad de realizar nuestros tours en los horarios disponibles, y a través del de la mañana, conocer la historia del Alcázar, residencia durante un periodo de tiempo de esta reina tan peculiar y que pasó a los anales de la Historia por ser una mujer totalmente independiente.