Según la leyenda extraída de un posible cantar de gesta de finales del siglo X, todo comenzó durante las bodas entre Doña Lambra y Rodrigo Velázquez de Lara, más conocido como Ruy Velázquez se enfrentan los familiares de la novia con los de Lara. De ese enfrentamiento resulta muerto Álvar Sánchez, primo de Doña Lambra, a manos de Gonzalo González, el menor de los siete infantes de Lara.
Pasados estos hechos, Gonzalo González es visto por Doña Lambra mientras se baña y ella al verlo como una provocación sexual a propósito, lo interpreta como una grave ofensa. Doña Lambra, aprovecha para vengarse por la muerte de su primo y responde con otra afrenta al ordenar a su criado arrojar y manchar a Gonzalo González con un pepino relleno de sangre, risiculizándolo ante sus hermanos. Gonzalo reacciona matando al criado de Doña Lambra, que había ido a refugiarse bajo el manto de su señora, que queda salpicado de sangre.
Estos sucesos provocan de venganza de Doña Lambra. Por ello, su marido Ruy Velázquez urde un plan por el que Gonzalo Gustioz, señor del enclave de Salas, es enviado a Almanzor con una carta cuyo contenido indica que sea matado el portador de la misma. El padre de los infantes desconoce el contenido de la carta porque está escrita en árabe, pero Almanzor se apiada de Gonzalo Gustioz y se limita a retenerlo preso, pues considera excesivo el sufrimiento de su cautivo. Para paliar su sufrimiento le ofrece una de sus hermanas y de ambos nace un hijo llamado Mudarra, quien más adelante será adoptado por Sancha Velázquez, su abuela. Años más tarde este hijo vengará matando a Ruy Velázquez el crimen cometido a sus hermanastros, ya que los siete hermanos de Lara habían sido dirigidos hacia una emboscada ante tropas musulmanas en la que son decapitados y sus cabezas enviadas a Córdoba por órdenes de su tío Ruy Velázquez y allí serán contempladas con gran dolor por su padre Gonzalo Gustioz.
Estos hechos están relacionados con la denominada por esta leyenda como Casa de las Cabezas. Es uno de los rincones más legendarios de Córdoba y su acceso es una callejuela que transporta a ese período y que nos muestra una mezcla de los estilos mudéjares y renacentistas. Si quieres visitar la Casa de las Cabezas, su horario es de 10:00 a 20:00 horas de Lunes a Domingo, con un precio de 5 euros y entrada gratuita para niños menores de 11 años.
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