Mezquita de Córdoba: testigo de la evolución de una ciudad

Monumentos

En este artículo abordamos el monumento más representativo de la ciudad de Córdoba, su Mezquita – Catedral, conocida actualmente como la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora. Este edificio fue declarado bien Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984 y representa a la perfección la atemporalidad y mezcla cultural de la que siempre ha hecho gala esta ciudad andaluza. En este artículo iremos desglosando la evolución de este magnífico edificio y como el paso de los siglos y de sus gobernantes han hecho mella en su estructura.

Quizás lo más curioso de la Mezquita de Córdoba es la mezcolanza de tres sociedades bastantes distintas entre ellas, la sociedad visigoda, la musulmana y la castellana, pues vestigios de las tres pueden hallarse en este monumento que representa a la perfección esa bonanza cultural y económica de la época califal. En el terreno de la actual Mezquita-Catedral de Córdoba se encontraba la Basílica de San Vicente, de época visigoda. Los restos de este templo hispanorromano sirvieron a los musulmanes para en el año 785 construir su Mezquita. Tuvo un tiempo de construcción de tres siglos, desde la llegada de los musulmanes hasta el siglo XI. Cuando se termine va a ser la segunda mezquita más grande del mundo, la más grande es la Mezquita Masjid al –Haram en La Meca.  Durante la época del Emirato de Córdoba y el siguiente Califato va a sufrir sucesivas ampliaciones, las cuales describiremos a continuación.

El inicio de su construcción se atribuye al primer emir omeya de Córdoba, Abderramán I, con un espacio para 8000 orantes. La historiografía clásica nos dice que el crecimiento de la ciudad cordobesa hizo necesaria la ampliación del templo, dicha ampliación será llevada a cabo por el emir Abderramán II, terminando sus obras a mediados del siglo IX. Ya en época califal Abderramán III agrandará el patio y su hijo Alhakén II, máximo exponente del esplendor califal, llevará a cabo la ampliación más bella y rica del templo. Aquí ya llegamos al período de Almanzor, finales del siglo X, y lo más curioso es que la ampliación en este período va a duplicar el tamaño de la mezquita por primera vez hacia el este y no hacia el sur como era norma en las ampliaciones anteriores, pues la cercanía del río Guadalquivir impidió la construcción en esa zona. En la época de Almanzor se construyen ocho naves completamente nuevas que dejan descentrado el mihrab, la torre y la puerta. Debido a estas sucesivas ampliaciones, la mezquita pasaría de poder albergar ocho mil orantes a la cifra de cuarenta mil gracias a sus últimas ampliaciones. Cerrando el capítulo de las ampliaciones podemos decir que a partir del siglo IX y con la llegada de Almorávides y Almohades, los más puristas del islam, no se va a ampliar el templo ni cambiar aparentemente su fisionomía.

A continuación hablaremos del interior del templo que dividiremos en dos espacios. En primer lugar tenemos el  Sahn, término que utilizamos para aludir al patio religioso porticado que da lugar a un espacio libre rodeado por paredes por tres lados y con un lado libre, y presidido por el Sabil, la fuente pública destinada a los rituales de ablución, limpieza y purificación. En segundo lugar tenemos la zona del  Haram, es decir, el espacio en el que los fieles se reúnen para la oración y en el que podemos apreciar las sucesivas ampliaciones llevadas a cabo por los gobernantes anteriormente mencionados. Sin lugar a dudas lo más sobrecogedor de esta zona es el exquisito bosque de columnas, con clara inspiración en el acueducto romano de Los Milagros de Mérida, sus arcos de herradura y de medio punto y la bicromía tan típica del período omeya otorgada por la combinación del uso de la piedra blanca caliza y el ladrillo de adobe cocido. En la ampliación de Almanzor de finales del siglo X lo más curioso a señalar es que la bicromía no se debe en este caso a la combinación de dos materiales sino a la pintura sobre la piedra, lo que hizo que el trabajo se hiciese en mucho menos tiempo y que fuese menos costoso para las arcas del Califato. Ya en el extremo que da hacia el río Guadalquivir tenemos el muro de la qibla, orientado hacia La Meca, pero el caso de la Mezquita de Córdoba es bastante especial pues debido a un error de cálculo está orientado hacia el sur en lugar del sureste. Y por supuesto hay que mencionar el Mihrab, un pequeño cuarto ubicado en el muro de la qibla y que indica el lugar hacia el que hay que mirar cuando se reza.

Para terminar este desglose de la evolución histórica de la Mezquita-catedral de Córdoba hablaremos de la cristianización del templo. A partir de la reconquista de la ciudad de Córdoba en el año 1236 por el rey de Castilla Fernando III el Santo, el templo comienza a utilizarse para ritos cristianos. Es destacable la coexistencia de las dos religiones en el los primeros años de domino castellano, en los que los musulmanes usaban la zona central y los cristianos los otros tres muros que empezaron a decorar con pequeñas capillas e imágenes de cristos y vírgenes. La mayor reforma del edificio islámico se producirá a lo largo del siglo XVI en el que se emplazará una nave renacentista en medio de la antigua mezquita. Esta decisión será lamentada por el célebre emperador Carlos V con la famosa frase “habéis destruido lo que era único en el mundo, y habéis puesto en su lugar lo que se puede ver en todas partes”.

A pesar de estos avatares, la Mezquita-Catedral de Córdoba sigue conservando su esencia musulmana y como dije con anterioridad representa a la perfección esa atemporalidad de la que hace gala no sólo Córdoba sino toda Andalucía, que es testigo del paso de civilizaciones y esa mezcla de culturas que han dejado su huella y nos definen como andaluces.

Sin duda alguna de las mejoras cosas que puedes hacer en Córdoba es visitar su Mezquita y aquí mismo puedes consultar sus horarios y precios:

  • De noviembre a febrero:
    • De lunes a sábado de 8.30 a 18.00
    • Domingos y festivos religiosos de 8.30 a 11.30 y de 15.00 a 18.00
  • De marzo a octubre:
  • De lunes a sábados de 10.00 a 19.00
  • Domingos y festivos religiosos de 8.30 a 11.30 y de 15.00 a 19.00

El precio de la entrada a la Mezquita es de 10 euros por persona, para niños de 10 a 14 años 5 euros y gratuita para menores de 10 años y titulares de la tarjeta “Andalucía Junta 65”, siendo también gratis para los nacidos o residentes en Córdoba. 

La Mezquita de Córdoba también tiene un horario de visita gratuita de 8:30h a 9:30h todos los días a excepción de celebraciones extraordinariasA las 9.30 se cierra la Mezquita para volver a abrir en su régimen habitual a las 10.00.

Para descubrir este edificio y las leyendas que rodean la ciudad de Córdoba, no dudéis en apuntaros a nuestros free tours del paraguas amarillo, tanto al de Casco Histórico (Puerta de Almodóvar a las 11:00) como al de Leyendas de la Judería (A las 19:00 de junio a septiembre en Puerta de Almodóvar). Nuestros free tours necesitan reserva previa que puede hacerse desde https://cordobafreetour.es/ Ven con nuestros guías expertos a descubrir todos los secretos que esta fantástica ciudad nos ofrece.

 

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